Un sistema vivo, es materia de estudio especial como la anatomía y fisiología.
Se han dividido campos de estudio para cada órgano interno y además se encuentra una rama especial que estudia el comportamiento, en él está inmerso e influye de manera directa y compleja el ambiente.
La relación que existe entre el comportamiento y el estímulo se denomina <reflejo>, los reflejos tienen un valor descriptivo y se considera un conjunto de comportamientos innatos que derivan a una conducta. Éste estímulo es instintivo.
El ambiente desencadena el comportamiento: acción menos impulsiva que la de provocar una respuesta refleja.
El comportamiento liberado: es más flexible que el reflejo para adaptarse a los rasgos incidentales del ambiente.
El reflejo se ha descrito diciendo que los estímulos inician un estado de tensión que busca descargarse, produciendo relajación. Principalmente el objetivo de este comportamiento innato -reflejo- busca contingencias de supervivencia, dependen de competir con el ambiente físico. Estas contingencias no pueden producir un comportamiento útil si el ambiente cambia sustancialmente de generación en generación, pero han evolucionado unos mecanismos de virtud que el individuo adquiere durante su vida al comportamiento adecuado al nuevo ambiente.
El reflejo condicionado: Identificar cuando el organismo ha cambiado, se comporta de manera diferente, esto se considera que el cambio es la adquisición de un reflejo condicionado.
El condicionamiento operante: es un proceso a través del cual la persona maneja de manera eficiente el ambiente nuevo. A través de este proceso el comportamiento tiene mayor probabilidad de ocurrencia, el comportamiento se fortalece por sus consecuencias, conocidas como <reforzadores>.
La distinción entre un reflejo y un comportamiento operante es que uno es involuntario y el otro voluntario. El operante está bajo el control de la persona que se comporta y se atribuye a un acto de voluntad.
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